El monosílabo “NO” se trata de una habilidad muy necesaria, debido a que permite que puedas defender tu posición ante un tema o actividad social. El valor de la palabra “NO” reside en el hecho de que cuando eres capaz de mencionar este monosílabo, le estas dando valor a tus creencias y opiniones, es decir, que no actúas para satisfacer a los demás. Decir NO implica defender tu propia postura y esto es importante, debido a que la mayoría de las personas tienden a complacer a un tercero por conveniencia, convivencia o por miedo a sentirse rechazados.

Pero este monosílabo, a veces, puede atraer algunos momentos incómodos, debido a que hay personas que tienden a sentirse rechazadas cuando no piensan igual que ellas. Al respecto, Paul Huljich, experto en estrés, señala que «cuando no somos fieles a lo que en realidad queremos, creamos una falta de armonía que gradualmente mina el gozo por la vida. Si aprendemos a decir ‘no’ a todo aquello que perjudica nuestro bienestar, experimentaremos un fuerte sentido de satisfacción con la vida y las decisiones que tomamos».

Decir “NO” es una virtud, debido a que si no sabes decirlo a tiempo, puedes terminar envuelto en serios problemas, e incluso,  puedes terminar dañando psicológicamente a los demás. Por ello, te traemos algunos consejos para aprender a decir “NO” sin sentirte culpable:

  1. DECIR “NO” ESTA BIEN:

Tienes el derecho a negarte cuando no estás de acuerdo con algo, independientemente de la persona a la que se lo digas o la situación en la que te encuentres.

  1. TÓMATE TU TIEMPO PARA DECIDIR:

Las respuestas no deben de ser inmediatas, por lo que no debes de estar presionado a dar una respuesta al instante. Siempre es bueno pensar antes de actuar y concluir si ese “no” valdrá la pena.

  1. SÉ ASERTIVO:

Responde con un no, pero comunica de forma consciente y clara tus ideas, deseos o necesidades, es decir, no te dejes llevar por las emociones. Hay que regular lo que quieres transmitir, para que no suene ni muy agresivo, ni muy pasivo.

  1. PRIORÍZATE:

Entiende y deja claro que tus prioridades o necesidades son importantes para ti, es decir, que tienen un valor, ya que si siempre las dejas en un segundo plano para complacer a los demás, vivirás insatisfecho. Al mismo tiempo, sobrecargarte con demasiadas responsabilidades puede desgastar tu estado de ánimo y hacerte más vulnerable a enfermedades.

  1. RECONOCE QUE NO PUEDES COMPLACER A TODOS:

Es imposible complacer a todas las personas que pasan por tu vida. Es verdad que a veces puedes complacer a tus seres queridos o personas que te importan y eso te deja un sentimiento gratificante, pero no es factible complacer a cada persona todo el tiempo y mantenerte cuerdo.

  1. SÉ FIRME:

Si has tomado una decisión, sigue adelante. Utiliza un tono firme y mantén el contacto visual con la persona a la que le estas respondiendo. Tampoco des escusas o pidas disculpa por tu respuesta, cuando no sea necesario.

Aprender a decir “NO” de manera educada, permitirá que tomes el control de tu vida y te ayudará a enfocar tu tiempo en personas y actividades que son necesarias e importantes para ti. No significa que debas ignorar a los demás y volverte egoísta, sino en encontrar un equilibrio entre dos extremos: decir siempre SÍ y el decir siempre NO.

“Aprende a caminar por la vida de la mano del NO y todo te irá mucho mejor”

Y hasta aquí el post de hoy. Desde Método Piecito queremos mostrarte que los derechos de los demás son tan importantes como los nuestros y por eso hay que intentar ser asertivos y determinar en qué momentos debemos negarnos y en qué momentos hay que ceder.