Dormir, además de ser un gran placer para la mayoría de nosotros también es una necesidad fisiológica fundamental.
El sueño repercute positivamente en nuestra salud, haciendo que el organismo inicie toda una serie de procesos bioquímicos que hacen que, cuando nos levantemos rindamos de una manera física y mental durante todo el día. Por otro lado, no tener una buena higiene del sueño es sinónimo de problemas cognitivos y enfermedades.
Mucha gente intenta hacer grandes cambios en su vida, apuntándose a un gimnasio, haciendo yoga y comiendo de una manera saludable, pero olvidando que la buena higiene del sueño es casi tan importante o incluso más que todos ellos.
De acuerdo con instituciones sanitarias, el no poder dormir bien se ha convertido en una auténtica epidemia de salud pública. Casi la mitad de la población no duerme lo suficiente, menos de 7 horas.
El trabajo, la familia, las preocupaciones de cualquier tipo y color hacen que se nos vaya el tiempo, y cuando hemos acabado todas nuestras tareas vemos que ya se nos ha hecho muy tarde. Siempre queremos irnos a dormir, pero en vez de hacerlo en una hora sana, es decir, a las 22.00 h o 23.00 h, lo solemos hacer a la 1 a.m. Además, al día siguiente tenemos que levantarnos pronto, con lo cual no tenemos garantizado el dormir las entre 6 y 8 horas recomendadas por los expertos.
Irse a dormir tarde y, encima dormir poco tiene graves repercusiones en nuestra salud, afectando sobre todo a lo cognitivo y a lo físico. No nos podemos concentrar, afectando nuestro rendimiento académico y laboral, además hacernos más vulnerables a enfermedades y trastornos psicológicos. Todo esto contribuye a que se forme un círculo vicioso; cuanto menos dormimos, menos sanos estamos y cuanto menos sanos, menos dormimos.
Es por todo esto que se debe priorizar adquirir una buena higiene del sueño, dado que mejorará nuestra salud y nuestro estado mental.
Desde Método Piecito queremos advertiros de que importantísimo saber elegir un buen colchón y una buena almohada para dormir, ya que actúan directamente sobre nuestro cuerpo. Además, la temperatura del lugar en el que dormimos, la luz o el ruido que haya pueden hacer que durmamos mejor o peor, según sean nuestras condiciones. Por su parte, la duración y el horario de nuestro descanso también son factores que debemos tener muy en cuenta. Si la combinación de todas estas premisas es positiva, podremos disfrutar de todos los beneficios de un buen descanso. Hay que tener en cuenta que un colchón tiene una vida útil de 8 a 10 años, y aunque puede parecerte que es un objeto muy caro y suelas optar por el que sea más barato, es mejor invertir en uno que se adapte a tus necesidades ya que a largo plazo los beneficios son múltiples.
Y hasta aquí el post de hoy, recuerda que con los consejos que os ofrecemos desde Método Piecito, intentamos ayudaros a tu familia y a ti. Si tenéis alguna pregunta sobre este tema, o queréis realizar algún comentario o propuesta podéis mandarnos un correo a info@metodopiecito.com