Todos sabemos que en la actualidad la obesidad infantil es un problema grave en la sociedad. Por ello, cuanto antes se intente prevenir, será mejor para el desarrollo vital de los jóvenes. Según los estándares de crecimiento de la OMS, un 23% de los niños españoles presentan sobrepeso y un 17% obesidad. Por lo tanto, un 40% de la población infantil presenta un exceso de peso.
Existen diferentes etapas y procesos por los que un recién nacido hasta un adolescente pasa a lo largo de su desarrollo y cada una de ellas se tratará de manera diferente según su edad. También hay distintas áreas como pueden ser los hábitos alimenticios, el sueño o el ejercicio en las que trabajar para poder combatir el problema de la obesidad.
Alimentación. Es importante empezar por la etapa de bebé. Según un estudio del biólogo Stephen Weng, los niños que se amamantan con leche materna durante el primer año tienen un 15% menos de riesgo de sufrir obesidad. En cuanto al alimento sólido, el momento ideal para introducirlos es a los 6 meses y siempre es recomendable que sean frutas y verduras.
Con las bebidas, más concretamente con los zumos, según la Academia Americana de Pediatría, aquellos niños que toman zumos de manera habitual tienen más posibilidades de sufrir obesidad. Los menores de seis años no deberían tomar más de 3/4 de vaso al día, y los menores de 18 años no más de dos vasos diarios. Para beber la mejor opción será el agua.
Por supuesto, evitar alimentos industrializados cargados de azúcar y grasas. Directamente para evitar su consumo se aconseja no tenerlos en casa y así no tener que negárselos.
Actividad física. El ejercicio diario es otra clave en la prevención de la obesidad infantil. El sedentarismo está cada vez más instaurado en la vida de las personas, por ello, se recomienda que los niños jueguen y hagan actividad física. El lugar ideal para realizarlo sería al aire libre, ya que es un lugar donde ellos se sienten libres y, también, acompañados de los padres, ya que al ver que los mayores también lo practican será un buen ejemplo para ellos.
El uso de aparatos electrónicos y la televisión en niños está relacionado con el aumento del sedentarismo y, por consiguiente, con el sobrepeso y la obesidad. En cuanto al tiempo que deben dedicar a las pantallas de televisión o juegos electrónicos, la OMS recomienda tajantemente cero horas de tiempo sedentario delante de una pantalla en la etapa que va desde los cero años hasta los dos. Entre los 2 años y los 5 años se aconseja limitar el tiempo a 1 hora al día. Si bien es cierto que España, según el estudio ALADINO 2019, presenta una de las medias más bajas de Europa en cuanto al uso de pantallas en niños con un 23,3%. Italia presenta, por ejemplo, una cifra por encima del 60%.
Sueño. El descanso y las horas de sueño representan otro factor importante en el desarrollo de los niños y como herramienta de prevención de obesidad. El sueño adecuado de los niños favorece a una buena salud, buen rendimiento escolar y bienestar físico y emocional. Un estudio publicado en Obesity Reviews revela que los sujetos que duermen menos horas tienen 2 veces más riesgo de tener sobrepeso u obesidad, comparado con los sujetos que duermen suficiente.
Familia. Pasar tiempo, comer en familia sin televisión y tener una buena comunicación con los hijos favorece seguir una dieta sana y prevenir el problema de la obesidad infantil. Según un estudio de Pediatrics, compartir tres o más comidas en familia cada semana reduce en un 12% el riesgo de sufrir obesidad infantil y en un 20% las posibilidades de que los niños consuman alimentos insanos.
En definitiva, es esencial prevenir y afrontar este asunto desde edades muy tempranas para evitar riesgos para la salud de la persona, ya que la mayoría de los niños que padecen obesidad lo seguirá sufriendo en el futuro.
Y hasta aquí el post de hoy. Recuerda que desde los consejos que os ofrecemos en Método Piecito intentamos ayudarte a ti y a tu familia a que construyáis un núcleo sólido tanto físico, como mental, para que juntos crezcáis y os mantengáis fuertes ante este mundo lleno de imprevistos.
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