Con motivo de las fechas en las que nos encontramos, desde Método Piecito queremos dedicar uno de nuestros blogs del mes hacia una de las principales preocupaciones que perturban nuestros pensamientos en estas fechas; los excesos en Navidad. 

Esos continuos quebraderos de cabeza que nos llevan a decir: “voy a volver con 3kg de más”, “voy a perder todo lo ganado en estos meses”, “con lo estricto que estaba siendo con mi alimentación”, etc.…

Los excesos en Navidad puedes evitarlos y no significa tener que renunciar a ninguna comida.

Uno de los trucos reside en saber lo que se come y en la cantidad adecuada que se debe comer, de manera que no subamos de peso y evitemos también los desagradables empachos o indigestiones.

 Hemos de partir de la idea principal de que una alimentación sana y equilibrada no tiene que ser incompatible con alimentos sabrosos ni tenemos que pasar hambre en ni ningún momento del año, y mucho menos en unas fechas tan destacadas como son las Navidades. Teniendo claros unos cuantos conceptos básicos, nos evitaremos ser el “bicho raro” de la mesa y las mofas correspondientes de nuestros amigos y familiares al mismo tiempo que estaremos manteniendo en gran medida nuestra rutina habitual de alimentación.

 El consejo principal en estos casos es planificar bien las comidas. La tendencia a la ganancia de kilos durante las fechas navideñas es que, aun sabiendo que ese día la comida y/o cena será excesiva, el resto del día se sigue comiendo igual o peor. Esto, al final del día, implica que probablemente hemos duplicado el consumo calórico. No es buena idea no comer nada o muy poco en las demás comidas, pero sí moderar un poco más su cantidad si sabemos que ese día habrá excesos.

 Por otro lado, debemos intentar priorizar frutas y verduras en las comidas, ya que ambos tipos de alimentos tienden a comerse en crudo y en cantidad; por ello, su consumo puede ayudarnos a refrenarnos respecto a otros alimentos menos interesantes nutricionalmente (y más calóricos).

 Por ejemplo, intentar priorizar las carnes más magras (pavo, pollo o conejo) respecto a las más grasas. Asimismo, es recomendable tirar de grasas saludables respecto a las procesadas; en este caso sería aconsejable el uso de aceite de oliva respecto a otros como el aceite de girasol o el aceite de palma, y no olvidar jamás el potencial de los frutos secos, ricos en grasas saludables y con un alto poder saciante.

 Respecto a postres y dulces, la gran mayoría ricos en azúcar y excesivamente procesados, nuestra recomendación es siempre priorizar la fruta como postre y, si es posible, si somos amantes del chocolate siempre podemos probar el chocolate negro (70% cacao o superior); mi recomendación personal es no intentar buscar el chocolate más puro posible, ya que los chocolates de 95% cacao o superior suelen ser muy amargos y no a todo el mundo le gusta dicho sabor, alrededor del 80-85% es un buen porcentaje de cacao, con mínimas cantidades de azúcar, el cual puede darle algo de sabor y hacer que nos sintamos mejor consumiéndolo sin caer en la trampa del azúcar.

Y hasta aquí el post de hoy, recuerda que con los consejos que os ofrecemos desde Método Piecito, intentamos ayudaros a tu familia y a ti. Si tenéis alguna pregunta sobre este tema, o queréis realizar algún comentario o propuesta podéis mandarnos un correo a info@metodopiecito.com