En la salud de las personas es sumamente importante mantenerse mentalmente equilibrado y sano. Por ejemplo, en los últimos años son cada vez más los deportistas que se retiran de alguna competición porque no se encuentran preparados por estrés, presión o algún problema de ansiedad, aunque se encuentran físicamente en una forma óptima. Esto viene a mostrar que, sin una buena salud mental, el físico no puede responder y viceversa. Se interrelacionan.
Existe un tabú alrededor del tema de la salud mental. Hay muchas personas que sienten vergüenza o reparo para reconocer que sufren alguna enfermedad mental o que está recibiendo algún tipo de tratamiento de este tipo. El problema del estigma que hay acerca de este tema y hace llamar a alguien “loco” o “loca” sin ningún tipo de empatía hacia la otra persona. Este alguien puede que tenga algún tipo de trastorno emocional o psicológico que no le permite tener una vida saludable.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) la define como: “un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”.
Aquellas personas que padecen algún tipo de estrés, ansiedad u otro problema psicológico son más propensas a tener una lesión física al no estar al 100% mentalmente. Al revés, también ocurre, ya que alguien con una lesión física es más probable que sufra un problema mental o emocional. Por ejemplo, la frustración de verse con una lesión de rodilla y no poder realizar actividades cotidianas o deportivas. Esto afecta claramente a la mente y te va agotando emocionalmente y puede derivar en algo más grave.
Hacer ejercicio puede ayudarte a eliminar tu estrés y frustraciones a través de la actividad física. Los expertos explican que al ejercitarnos mejor es esencial para liberar la tensión del cuerpo, aumentar el oxígeno y contrarrestar lo que la hormona del estrés provoca. También, ayuda a mejorar nuestra calidad del sueño y del descanso, lo cual tiene como consecuencia la recuperación de una buena salud mental.
Un cuidado de la alimentación ayuda a controlar y mejorar nuestro estrés o ansiedad y, por tanto, evitar padecer alguna enfermedad mental más grave. Existen diferentes alimentos recomendados para hacer esa función: el arroz integral es rico en vitamina B3, esencial para la prevención de trastornos mentales; verduras como brócoli o espinacas, reducen el riesgo de ansiedad, estrés, y depresión debido al efecto antiinflamatorio; pescados como el salmón o la sardina, debido a su riqueza en omega 3 ayudan a disminuir la ansiedad. El alcohol, el azúcar y los alimentos ultra procesados conviene evitarlos.
La meditación u otras técnicas de respiración pueden ayudar a estimular el sistema nervioso, por lo que son beneficiosas para momentos puntuales de mucho estrés. Además, hay disponibles diferentes apps con un gran número de ejercicios para meditar.
Tener hobbies también ayuda a desconectar de la rutina y del estrés del día a día y, por tanto, a mejorar nuestra salud mental.
Es importante darle la visibilidad que merece este tema de la salud mental. Ayudar a eliminar estigmas relacionados con el estrés, depresión o ansiedad que pueden tener como consecuencia enfermedades y trastornos mentales graves. Hay que normalizar el acudir al psicólogo o médicos especialistas de esta rama. Cuando tenemos dolor físico vamos sin problema al centro de salud o al hospital, ¿por qué no se le otorga la misma importancia a cuidar la salud mental? Como se ha explicado, la salud mental tiene un impacto mayúsculo en la salud general.
Y hasta aquí el post de hoy. Recuerda que las recomendaciones que hacemos desde Método Piecito son para ayudar al bienestar de todos los que formamos esta familia y para que así logres mejorar en la salud física y mental.
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